La ferreña de Fosforito.
En la clausura del Festival Internacional de Cante Flamenco
de Lo Ferro del año 2003 se presentó un nuevo cante, nacido de la musa del
conocido cantaor Antonio Díaz Fernández “Fosforito”, al que se ha dado en
llamar “Ferreña”. Los promotores del festival debieron pensar tal vez que sería
bueno que el certamen tuviese un palo de referencia. Dicho palo, convertido en
piedra de toque para los aspirantes a uno de los trofeos, el “Molino de Lo
Ferro”, habría de ser el firme cimiento que consolidara de forma definitiva el
evento y asegurara su proyección en el tiempo. Probablemente actuaron así,
siguiendo el modelo del Festival Internacional del Cante de las Minas de La
Unión en el que, según se afirma, otro tanto sucedió hace años con la “minera”.
Desde tiempo atrás el flamenco se debate entre la tradición y la innovación,
entre el respeto férreo a los palos clásicos o la creación de nuevas formas. Y
mientras que sesudos flamencólogos se posicionan firmes en uno u otro bando,
los artistas hacen de su capa un sayo y van a lo suyo, que no es sino dejar
salir su arte en viejos o nuevos formatos.
Como se ha dicho más arriba, el autor del cante
denominado “ferreña”,
es Antonio Díaz Fernández “Fosforito” es un cantaor de larga fama, ganador de numerosos premios, entre ellos el I Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba en todas las modalidades, cuando tenía tan sólo 24 años. A instancias de los responsables del Festival, este cantaor ha propuesto un cante con la intención de convertirlo en el patrón de lo que ha de ser la “ferreña” (aunque también se hablan de otros modelos, como el de Juanito Valderrama). Cualquier interesado puede escucharlo en la página web del Festival en versión de Bonela hijo acompañado al toque por Antonio Soto.
es Antonio Díaz Fernández “Fosforito” es un cantaor de larga fama, ganador de numerosos premios, entre ellos el I Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba en todas las modalidades, cuando tenía tan sólo 24 años. A instancias de los responsables del Festival, este cantaor ha propuesto un cante con la intención de convertirlo en el patrón de lo que ha de ser la “ferreña” (aunque también se hablan de otros modelos, como el de Juanito Valderrama). Cualquier interesado puede escucharlo en la página web del Festival en versión de Bonela hijo acompañado al toque por Antonio Soto.
Al igual que la taranta o la granaína, la malagueña es una
derivación del fandango andaluz, en este caso, del fandango de Málaga. Todos
los palos derivados del fandango responden a un mismo patrón estructural:
basados como están en coplas de cuatro o cinco versos octosilábicos, el cante
se desarrolla en seis tercios o frases melódicas de forma que hay que repetir
uno o dos de los versos.
El fandango, en sus diferentes
variantes locales, era en origen un cante ligado al baile. Con el tiempo el
cante fue tomando mayor relevancia, independizándose finalmente, lo que
permitió que el cantaor pudiera liberarse del rigor del compás (de tres
tiempos), y elaborar los tercios según su gusto, sin someterse a metro alguno.
La malagueña, la granaína o la taranta y sus derivados son cantes de “ritmo
libre”, aunque no “sin ritmo” como en ocasiones, equivocadamente, puede leerse.
En el caso particular de la malagueña, los tercios, de una gran musicalidad, se
alargan a la vez que reposan la cadencia de su ritmo.
Otra característica del
fandango, presente en sus múltiples derivaciones, es la pertinaz presencia de
la llamada “cadencia andaluza”, una particular secuencia de acordes a cargo de
la guitarra que se escucha en los cierres de cada una de sus intervenciones.
Por lo demás, la malagueña se acompaña con un toque distintivo en la guitarra,
el “toque por malagueñas”, en el que, además de ciertas técnicas como el
abundante uso del trémolo o la persistencia de ciertos giros melódicos, destaca
el carácter elegíaco e intimista de sus melodías.
No obstante, cuando hablamos
de malagueña no debemos pensar en una melodía tipo que se repite siempre y en
la que lo único que varía es la letra. La malagueña conoce múltiples variantes
o tipos melódicos. Hubo un tiempo incluso en el que no había cantaor que se
preciara que no tuviera su propia malagueña. Son conocidísimas las malagueñas
de Chacón, de El Mellizo, de La Trini, El Canario, de Álora, El Pena, de La Peñaranda y otros más.
Pero, a pesar de sus particularidades, todas ellas tienen elementos en común y,
además, el inconfundible “toque por malagueñas” ayuda a distinguirlas de otros
palos.
Pues bien, la “ferreña” de
Fosforito, como el propio autor reconoce, es pura y llanamente una malagueña
(o, llevando las cosas a un extremo de simpleza, un fandango liberado del
compás). Eso sí, una malagueña con visos de novedad pues, aunque comparte con
otros modelos ciertos giros, podríamos decir, idiomáticos, su melodía nace con
ansias de constituirse en un nuevo patrón,
Ahora bien, lo que si puede resultar
caprichoso es denominar “ferreña” a un cante que no deja de ser una malagueña,
o sim plificando más las cosas, un fandango libre. Que incluso, si se le diera
el nombre de “malagueña de Lo Ferro” o “malagueña ferreña” sería un poco forzar
las cosas pues ¿qué razón hay que lo justifique? ¿Acaso Fosforito es natural de
Lo Ferro? ¿Acaso se ha inspirado en alguna melodía autóctona? Lo único hasta
ahora que justifica el nombre de “ferreña” son la dos coplas con las que se
hace el cante que aluden a Lo Ferro y a la comarca en la que se asienta. Habrá
quien sostenga que es una malagueña atarantada y que eso la vincula a nuestra
tierra. Pero de eso nada de nada. Sí que es verdad que en la guitarra se
escucha el llamado toque por tarantas, pero a diferencia de otras malagueñas
que sí dan cabida en su melodía a giros típicos del mundo de la taranta, con
esa ambivalencia típica del V grado, unas veces natural y otras bemolizado,
éste no es el caso. Por tanto, a mi juicio, el nombre de “ferreña” aplicado a
este cante no deja de ser un capricho. Sin embargo, no es el único caso dentro
del flamenco, porque qué decir de la “totanera”, de la “murciana” y de tantos
otros palos.
En definitiva, que cada cual
está en su derecho de llamar las cosas como le plazca, aunque en este caso,
puestos a ser coherentes, el nombre que debiera llevar el cante sería el de
“malagueña de Fosforito, denominada ferreña”. Para ser más exactos.
REFERENCIA.
http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,419,m,1794&r=ReP-5920-DETALLE_REPORTAJES
José
Fco. Ortega Castejón
Universidad de Murcia
Universidad de Murcia
Ferreña:"CON EL BRILLO DE UN DIAMANTE" Presentada por su creador Antonio Fernández "Fosforito" en 2003 en Lo Ferro. La canta "Bonela, hijo" con la guitarra de Antonio Soto.
Ferreña:"EN LO FERRO"
presentada por su creador Juanito Valderrama en Lo Ferro en 1989, cantada por él, acompañado de la guitarra de Antonio Piñana, hijo.